¿Textos argumentativos? ¿Sabes qué son o cómo empezar a hacerlos? En este artículo aprenderás a estructurarlos a través de ejemplos prácticos y muy sencillos.
[anuncio_b30 id=7]Estoy seguro que en algún momento de tu vida has generado un tipo de texto como éste, ya sea para un trabajo de la universidad, instituto o para como parte de la estrategia de Marketing de Contenidos de un cliente, así como para informar sobre un resultado obtenido aplicando ciertas técnicas en un proyecto propio.
Pero debo recordarte que los textos argumentativos llevan una estructura que debe ser respetada y que a su vez existen varios tipos. ¿Los conoces?
[anuncio_b30 id=3]Si no es así, te invito a seguir leyendo este post donde te enseñaré cómo hacer un texto de esta índole paso a paso para así enriquecer tus contenidos corporativos:
✅ EN ESTE ARTÍCULO APRENDERÁS:
¿Qué es un texto argumentativo y para qué sirven?
Los textos argumentativos son piezas de contenidos escrito, que tienen como finalidad persuadir al lector en base a la justificación y demostración de un tema. Es por eso que el emisor de dicho texto debe dar una explicación lógica del contenido.
El objetivo es hacer que el emisor pueda convencer al receptor, demostrando las razones necesarias y creíbles de lo que se está exponiendo.
Es la manera en la que persuadimos al lector en un tema con la información proporcionada.
Esta manera de hacer Marketing de Contenidos nos pueden servir para probar una investigación, demostrar los resultados de un trabajo o para realizar escritos personales.
Pero, sobre todo, cuentan con una serie de características que debemos seguir si queremos crear un buen contenido siguiendo esta línea:
¿Cuáles son las características de los textos argumentativos?
Lo primero a tener en cuenta es que deben contar con una estructura clave que lo haga más creíble a los ojos del lector y cada punto tiene un alto valor en la lectura.
Este orden se puede resumir en:
- Introducción
- Contenido o Desarrollo
- Conclusión
Quizás ya intuías o imaginabas esta estructuración, pero voy a explicarte que representa cada uno.
1) Introducción
Se trata de la parte del contenido en donde vamos a formular la idea principal que se va a defender, la cual debe estar expresada de manera correcta, ya que es la base de todo.
Si nos vamos al plano digital y hablamos concretamente de la introducción o entradilla de un artículo, éste debe tener el máximo Engagement o gancho posible.
Además, debes darle un punto de misterio (sin abusar ni resultar sensacionalista) y exponer claramente qué problemática vas a solucionar a lo largo del mismo.
Por ejemplo:
En este mismo artículo, si retrocedes un poco hacia el principio del mismo, te explico que el término que pretendo que conozcas te puede servir en situaciones donde debas desarrollar y dar las razones sobre una temática concreta.
2) Contenido o Desarrollo
Aquí es donde vamos a exponer y defender la idea fundamental, en cada párrafo donde podemos añadir citas textuales.
Según la temática en cuestión, quizás debas ofrecer a tu lector también los pros y contras, al igual que ya hice en uno de los artículos de mi Blog, donde te explicaba las principales ventajas y desventajas de las redes sociales, ¿lo conoces?
3) Conclusión
Y, por último, cerramos con la Conclusión, en donde vamos a tomar la idea central la cual debe ser coherente con todo lo mencionado del argumento preexistente.
Ahora que ya sabes su estructura, te recomiendo que lo sigas en ese orden, ya que funcionan conjuntamente.
Esto es debido a que puedes defender una idea desde el principio sin haber sido expuesta.
Introducción: ¿cómo empezar un texto argumentativo?
La “intro” es una parte muy crucial, como te comentaba anteriormente, porque es la oportunidad que tenemos de persuadir al lector de que siga leyendo nuestro contenido.
Viéndolo desde el punto de vista digital, es la manera de que gracias al Inbound Marketing que apliques, enganches al lector desde el primer momento.
Para que tengas éxito en ese aspecto, es muy importante que seas claro y objetivo, ya que a nadie le gusta leer una introducción que de muchas vueltas al tema o no sea creíble.
De esta manera, puedes transmitir la autoridad necesaria para que el lector pueda seguir leyendo tu contenido.
Puedes reforzar el tema del que quieras hablar utilizando frases, menciones, citas, etc.
Ahora voy a mostrarte 3 ejemplos para que inicies un contenido como éste de la mejor manera:
» Introducción con Historia
Con este tipo de introducción puedes contar una historia real o imaginaria bajo tu punto de vista, tomando en cuenta a un personaje en un tiempo y espacio donde se lleve a cabo.
Depende de la intención que tengas, la historia puede ser simplemente en primera o tercera persona.
Si es en primera persona, la narración va dirigida hacia a ti en donde eres el protagonista de cierto suceso.
Te mostraré un ejemplo para que te tengas una idea:
“Hace 20 años odiaba mi trabajo, mi vida era un desastre y no sabía qué hacer, pero descubrí un método con el cual logre la libertad financiera y mi vida mejoró por completo. Y hoy, quiero compartirlo contigo”.
De lo contrario, hablar en tercera persona te ayuda a empatizar con un cierto tipo de lector si tu intención es persuadirlo para que haga algo, pero debes conocerlo muy bien para que funcione.
⇒ Veamos un ejemplo:
“Luis es un ingeniero informático de 25 años muy bueno en su profesión, que fue rechazado en muchas empresas, por no saber Inglés.
Hasta que un día conoce la academia “Hi English”, en donde aprendió a dominar el idioma en tan solo 2 años. Ahora es uno de los ingenieros más codiciados de su país”.
» Introducción teórica
A la hora de comenzar un texto argumentativo de manera teórica, vamos a hablar a nivel de concepto sobre el tema que será tratado.
De esta manera, puedes agregar contenido informativo y de valor, sin entrar en aspectos prácticos:
⇒ Éste podría ser un buen ejemplo sobre “comer sano”:
“Todos sabemos que una buena alimentación nos permite sentirnos bien con nosotros mismos, pero no todos saben hacerlo o simplemente se tropiezan en el camino.
La idea no es seguir una dieta de pie a cabeza, sino mantener un “hábito”, el cual nos permitirá ser responsables y conseguir una buena nutrición”.
» Introducción con alusión
Aquí puedes iniciarla con una buena frase de un personaje influyente del tema que quieras exponer.
Así puedes generar más fundamento al punto de vista del texto argumentativo que quieras mostrar.
⇒ Como ejemplo de alusión, nos podría valer ésta:
“Aquellos que no conocen la historia, están condenados a repetirla” (Edmund Burke).
Esta frase nos da a entender lo importante que es la experiencia y el conocimiento para no volver a cometer errores.
El objetivo es que coloques una frase de una figura con autoridad sobre el tema que vas a tratar, seguida de un pequeño análisis, para que tu texto gane más relevancia.
No hace falta que la frase sea tan corta como en el ejemplo mostrado.
¿Cuál es la estructura de un texto argumentativo?
Antes de empezar, quiero aclararte que existen varias formas de redactarlo, y es probable que haya cierta confusión con “Introducción / Tesis” o “Síntesis / Conclusión” pero la idea es la misma.
Por ello, hablemos un poco más de la estructura:
» Tesis
Representa el núcleo de lo que vamos a desarrollar posteriormente.
Suele tomar fuerza con las razones expuestas en los párrafos, es por eso que se requiere de una Tesis o Introducción lógica.
Como ya te había comentado en un punto anterior, es muy importante que seas claro y objetivo a la hora de redactar esta parte.
» Argumento
Es la defensa de la idea principal, en donde tenemos la oportunidad de convencer al lector y que esté de acuerdo con nuestro texto.
De lo contrario, puede generar un criterio diferente.
Lo importante aquí es que cada párrafo debe disponer de coherencia con el tema.
» Síntesis
Apoya lo ya mencionado. Es la última parte de nuestra argumentación, tomando como referencia el tema expuesto.
¿Qué técnicas existen para elaborar textos argumentativos?
Ahora voy a mencionar unas técnicas que te van a servir mucho al realizar un contenido de esta tipología.
1) Analogía
Desde el punto de vista lingüístico, es la comparación o semejanza de objetos, personas o situaciones diferentes.
Con esta técnica podemos persuadir al lector de manera que sienta afición por una situación parecida a la de él.
Lo recomendable es crear un razonamiento lo más completo posible para este objetivo.
2) Apelo emocional
Esta técnica tiene como función llegar de manera emotiva al lector, generando una sonrisa o tocarlos de manera emocional para que suelten una lágrima.
Asimismo, podemos lograr que el lector nos vea como una persona en la que pueden confiar.
Hay que aplicar esta técnica sin llegar a un punto de exageración.
Es probable que se te haga un poco complejo de implementar, pero como todo en esta vida, requiere de práctica y creatividad.
Debes conocer a ese prototipo de persona para poder impactarla.
3) Prolepsis
Es la manera narrativa de anticipar o realizar una pausa y narrar un acontecimiento futuro.
Por ejemplo, puedes usar esta técnica para narrar el estado del lector en un tema en específico que tenga lugar en el futuro.
Así puedes generar una expectativa positiva para persuadirlo.
¿Qué tipos de textos argumentativos existen?
Pasemos ahora a ver los tipos de razonamientos, que te servirán para defender el tema expuesto:
• Analogía o Comparación
Es un razonamiento según el cual se toman semejanzas apreciables como base para deducir otra similitud no percibida.
Se trata del más común utilizado por las personas para entender situaciones o tomar la mejor decisión.
Esto se ve reflejado cuando tenemos una mala experiencia de un producto o servicio y no queremos probar más nada de esa marca, ¿te suena…?
• Generalización
Este razonamiento se da a partir de casos similares explicando así un conjunto de vivencia, generalizando una época, colectividad o sociedad.
Normalmente usamos la generalización para relacionar una cosa o a alguien, por ejemplo, podemos tener un amigo con rasgos asiáticos y decir que es de un país de ese continente, cuando quizás no es así.
• Signos o Sintomático
Se emplea al asociar un fenómeno confiable con su señal.
Un claro ejemplo es cuando nos sentimos mal y vamos al médico para que nos haga pruebas y así pueda darnos el diagnóstico.
Otro ejemplo puede ser cuando vemos una señal de humo y la asociamos con un incendio.
De esta manera, se puede afirmar el asunto (sean ciertas o no finalmente nuestras sospechas).
• Causa
Se genera cuando existe una conexión entre dos hechos que fundamentan el argumento y uno de ellos es la causa del otro.
Un ejemplo de este razonamiento puede ser cuando queremos bajar de peso.
Para lograrlo, optamos por una dieta y ejercicio, lo que ocasiona una pérdida considerable de grasa a largo plazo.
• Autoridad
Puedes fundamentar tu tesis acudiendo a la autoridad de un personaje influyente en el tema.
Asimismo, tus argumentos pueden disponer de más credibilidad.
A nivel laboral, puedes convertirte en una persona de gran autoridad, para eso debes valerte de hechos y acciones que den resultado.
Ejemplos prácticos de textos argumentativos
Existen muchos tipos, como ya has podido comprobar.
La diferencia es el tema con el que se quiere persuadir al lector.
Vamos a ver unos ejemplos prácticos, para que tengas una idea de cómo realizarlos y enfocarlos en tu proyecto:
Académicos
Un argumento académico es el resultado de una investigación centrada en un área del conocimiento, bajo los rasgos metodológicos y teóricos.
“El reciente interés a nivel global en el cultivo de microalgas con fines energéticos, unido a la necesidad de contar con tecnologías de tratamiento de aguas residuales medioambientalmente más sustentables, ha hecho de los procesos de tratamiento de aguas residuales a través de microalgas una opción alternativa prometedora desde el punto de vista económico y ambiental en frente de sus análogos aerobios y anaerobios.”
Escrito de opinión
Éstos procuran persuadir a los lectores de su visión de una temática puntual, por medio de diferentes razonamientos o bien relatos.
“Lo procuré. Lo juro. Me senté frente al decreto con seriedad, presto a fajarme con cada línea, con cada enunciado. Es verdad que tenía ciertos prejuicios, una falta de confianza natural frente a un presidente que, tras disfrutar de súper poderes habilitantes, no ha conseguido ni tan siquiera dirigir bien su descalabro…”
Discurso político
Un alegato político acostumbra a fundamentarse en el convencimiento de las masas, desde un punto de vista con respecto a la coyuntura económica, social o bien política del país.
“Adolf Hitler – ‘Derrotaremos a los enemigos de Alemania’, 10 de abril de 1923”
¡Mis queridos compatriotas, hombres y mujeres alemanes!
En la Biblia está escrito: ‘Lo que no es ni caliente ni frío lo quiero escupir de mi boca’. Esta frase del gran Nazareno ha conservado hasta el día de hoy su honda validez. El que quiera deambular por el dorado camino del medio debe renunciar a la consecución de grandes y máximas metas. Hasta el día de hoy los términos medios y lo tibio también han seguido siendo la maldición de Alemania.”
Reproche Artístico
Los críticos aplican sus conocimientos, sensibilidad y talento argumentativo para mantener una conjetura interpretativa en torno a un hecho artístico.
“Con una crítica al comunismo soviético, el libro, si bien pueda parecer lo opuesto tras lo expuesto de antemano, resalta por su humor, con la ironía, negrura y cinismo, para situarnos en un absorbente relato emocional que, en su esencia de novela de ideas de múltiples y complejas texturas, mezcla el erotismo, la busca y conquista cariñosa y el comentario político, con un estilo filosófico más abierto y directo.”
Conclusión
Si has llegado al final de este post, quiere decir que ya sabes cómo estructurar y realizar un texto argumentativo, o al menos cómo comenzar a aplicarlo en tus propios proyectos o de clientes.
Recuerda que antes de escribir tu propio texto, te recomiendo que indagues un poco acerca del tema que quieras hablar y tomes las precauciones necesarias.
¡No olvides ser claro y objetivo! A nadie le gusta leer un texto argumentativo que de muchas vueltas ni rodeos.
Imagen principal (discuss) By Shutterstock.
Tu introducción es muy importante, así que tómate el tiempo necesario para elaborarla ya que es el punto donde el lector decide si seguir leyendo o no.
Igualmente, con la práctica vas a mejorar mucho la calidad de tus contenidos y manejarás varios tipos sin problemas, ¡estoy seguro de ello!
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